La
habitación estaba oscura como todas las noches, lo único que la iluminaba era
la luz de la luna y de algunas estrellas que se veían muy a lo lejos, un lugar
perfecto para lamentarse todo lo malo que había hecho durante el día, Alba
había hecho cosas desagradables que según ella nunca más volvería a hacer, por
lo general no le molestaba hacer ese tipo de cosas siempre que no dañara a
alguien querido para ella, pero justo ese día había lastimado a una persona que
ella quería demasiado, había lastimado a el único que la había apoyado en lo
que necesitaba, se sentía miserable al lastimarlo tanto, solo que era
inevitable, todo era como su frase misma lo decía “yo siempre lastimo a las
personas, quiera o no”, recordó la primera vez que se lo menciono y que Luca en
su debido momento no confió en aquellas palabras. Luca se sentía como el más
miserable de los mortales después de verla llorar de nuevo por todo lo
ocurrido. Ahora después de eso, estaban ambos lamentándose, soltando
maldiciones y deseando nunca conocerse.
Lo
pedían tan fervientemente que la luna tomo la decisión de mandarles una estrella que cumpliría lo que
cada uno de ellos más anhelaba, para
Luca todo se trató de volver a encontrarla, poder sentir que la persona de la
que se había enamorado aún estaba ahí y para Alba se basaba en nunca más volver
a encontrarlo, dejar todo como estaba y nunca volver a coincidir. Dicho esto
por los corazones de ambos la luna sacrifico a su estrella más querida, con la
esperanza de que si volvían a encontrarse uno de ellos encontrara la estrella
para volver a enamorarse.
El tiempo regreso un año atrás y la única
diferencia es que en su primer día de clases del nuevo semestre, Luca no estaba
ahí y sabía que al día siguiente no lo vería, el día en el que se conocieron
jamás existiría mientras Alba siguiera en el lugar en donde se encontraba, sola
sentada en el frio pasillo en el que ambos tenían sus primeras clases del día,
esperaba poder verlo ahí, así que opto por quedarse fuera hasta la hora límite
de entrada, Luca nunca paso por aquel pasillo, porque Luca ya no se encontraba
ahí y ella no sabía por qué seguía esperando que el apareciera, si por la noche
anterior sabía perfectamente que no lo volvería a ver y que no debía ilusionarse....
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